Por: Jóser Castañeda con información de José Luiz Fernández.

La satisfacción del cliente interno dentro de la empresa y el cliente final que va a vivir en una casa VIDUSA son las metas y motores que nos permiten trazar los planes para alcanzar esos objetivos. Hemos creado una comunidad a la altura de lo que ofrece nuestra empresa, cuidando siempre los costos, calidad y tiempos programados.

A veces sucede que nuestros objetivos cambian, aunque ya hayamos arrancado con el plan. Cuando esto sucede, lo primero es revisar que tengamos los insumos y talento humano para alcanzar las nuevas tareas y permear a todos los involucrados en el proyecto con estas nuevas directrices. De igual manera se miden periódicamente los cumplimientos de las nuevas actividades para lograr todo en tiempo y forma.

Para fomentar el crecimiento desde adentro contamos con un programa de reconocimiento de objetivos que alienta a nuestros elementos cada vez que se alcanza o supera una meta, creando un sistema sostenible de alcance de retos individuales que a su vez nos permite alcanzar los objetivos colectivos.

El compromiso con la empresa y con los clientes hacen al equipo tomar con seriedad cada proyecto, de manera que cuando se presenta alguna adversidad, les es fácil buscar soluciones alternativas para sortearlas y de igual forma alcanzar lo que nos propusimos desde un inicio.

«Establecer metas es el primer paso para convertir
lo invisible en visible. «

– Tony Robbins