Tejiendo creatividad y terapia a punto de gancho

Por: Alejandra Bendeck con información de Mónica Morales.

”Mi habilidad es el tejido, tejo desde blusas hasta suéteres para toda la familia, y lo que ahora
está de moda: los amigurumis. Solo es necesario un patrón para hacer algún personaje”, comparte
Mónica Morales, cuyo talento en el crochet ha tejido no solo hilos, sino también historias familiares
y personales.

Desde muy joven, Mónica encontró en las manualidades una pasión que fue cultivada gracias a
su abuela. ”Empecé con cosas sencillas, como carpetitas y cobijas de bebé. Con el tiempo, he ido
aumentando la dificultad, y ahora en mis ratos libres hago amigurumis”, nos cuenta. Este hobby
ha crecido con ella, transformándose en una forma de terapia personal y una fuente de ingresos
extra.

El crochet ha sido más que un pasatiempo
para Mónica, ha sido un camino de
autodescubrimiento y superación. ”A nivel
personal, es una gran satisfacción poder hacer
manualidades que no todos pueden hacer.
Profesionalmente, lo uso como terapia para el
estrés. He vendido algunas de las cosas que he
tejido a lo largo de los años, lo que también me
ha dado algo de dinero”, explica.

Los desafíos no han sido pocos, especialmente
debido a su condición de zurda. „Es algo
complicado seguir instrucciones hechas para
gente diestra. No es fácil tener que pensar al
revés, no siempre sale el punto que quiero hacer,
pero con práctica siempre sale”, relata sobre
las dificultades técnicas que ha enfrentado.
Además, el encontrar tiempo y patrones
adecuados también ha sido un desafío.

Mónica ha tejido mucho más que prendas, ha
tejido un legado de perseverancia y amor por
el arte. „He tenido una muy buena cantidad de
blusas para mí, suéteres para toda mi familia,
cobijitas, chambritas para los bebés de mi hija,
y en algún momento tejí para una tienda que
vendía lo que yo tejía”, dice orgullosa.

Para cerrar, Mónica ofrece un consejo lleno de
sabiduría: „Me ha dejado como enseñanza que
hay que perseverar en lo que a uno le gusta
para sacarlo adelante. Siempre se puede”.
Sin duda, el talento de Mónica Morales es un
testimonio de cómo los talentos, cuando son
descubiertos y cultivados, pueden enriquecer
nuestras vidas y las de quienes nos rodean