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La clave está en el balance

Por: Luis Gallegos

“Un triunfador es aquel que se levanta y busca las circunstancias que desea y si no las encuentra, las fabrica”. – George Bernard Shaw

Hace tres meses tuve la oportunidad de retomar mis estudios y comencé a estudiar la preparatoria en la modalidad en línea, la cual tiene una duración de ocho meses. Cabe destacar que esta modalidad consta de guías de estudio, exámenes y clases.

Balancear el trabajo y el estudio algunas veces no es tan fácil como creemos. Por lo regular estamos acostumbrados a dedicarle tiempo a otras actividades como ver series o estar en el celular, por lo que dejamos de lado algunas cosas que también son importantes.

Lo ideal siempre es encontrar un equilibrio. Yo organizo mi semana de la siguiente forma: durante el día trabajo, por la noche repaso las guías de estudio y los fines de semana tomo las clases. El domingo es mi día de descanso, y lo utilizo para pasar tiempo con mi familia con la intención de convivir y disfrutar el día al máximo.

Mi reto es la constancia. No interrumpir el lapso de tiempo de estudio y de aprendizaje con la intención de conseguir mis logros, pues me queda claro que el esfuerzo es clave para cumplir los objetivos establecidos.

Estudiar y trabajar al mismo tiempo me hace ver que tengo la capacidad de poder llevar a cabo dos o más actividades al mismo tiempo, y que el resultado final satisfactorio es la recompensa a ese esfuerzo.

En un futuro, me gustaría estudiar ingeniería, ya sea mecánica o civil y poder superarme profesional y personalmente, porque tengo claro que poseo la capacidad de superar los retos que me proponga.

Por: Edgar Cruz Tienda

Cuando me llegó un correo invitándome a participar en la revista de VIDUSA, quise aprovechar la oportunidad de escribir unas líneas tratando de mostrar un poco lo que es mi visión de la empresa.

Podría escribir todo un relato con tantas y tantas experiencias y anécdotas que he tenido la fortuna de vivir a través de todos estos años. De amistades que han madurado con el tiempo, de compañeros siempre dispuestos, de crecimiento personal y profesional. En fin, sería tanto que nos faltaría tiempo, espacio y un buen café.

A falta del café y respetando la sana distancia, vamos a imaginarnos como si estuviéramos lado a lado haciendo una carnita asada. Y claro, no pueden faltar en nuestra imaginación unas respectivas cervecitas bien heladas mientras platicamos como solo los regios sabemos hacerlo.

Cuando he tenido la oportunidad de platicar sobre lo que es VIDUSA, y el porqué de tantos años siendo parte de esta gran familia, me gusta empezar hablando de sueños.

Como el sueño aquel que tuvo un día un joven, en el que estando trabajando como auxiliar de almacén en el fraccionamiento Residencial San Nicolás, miró en dirección a donde estaba el área asignada para los arquitectos e ingenieros.

Y mientras veía cómo realizaban sus actividades, estando él sentado sobre una lata de pintura, apoyado sobre un muro, soñaba despierto que un día estaría del otro lado de la pared. Y se miraba a sí mismo, revisando al igual que ellos en ese momento, planos, programas de obra y planeando los trabajos del día siguiente.

No tuvo que ir muy lejos para materializar ese sueño, pues encontró en VIDUSA el apoyo, el empuje y la inspiración para lograrlo. Al poco tiempo de ese día, empezó este camino que hoy me trajo hasta este momento en el que estoy escribiendo estas humildes líneas. Y hoy, varios años después, me sigue llenando de satisfacción cada vez que me entero de que alguien al igual que yo, encontró en la empresa el soporte para crecer profesionalmente.

Hace poco fui a visitar el Fraccionamiento de Linces y estando en compañía del superintendente de esta obra, vimos como poco a poco se nos acercaba un joven con semblante nervioso, de ropas humildes, sucias, y con el evidente desgaste por el trabajo arduo del día a día.

Se quedó a unos pasos de nosotros solo observándonos, hasta que tomó valor para dirigirse hacia donde estábamos. Y con una voz un poco temblorosa, nos preguntó quien podría ayudarle, ya que acababa de terminar sus estudios profesionales de arquitectura y quería una oportunidad de trabajo como supervisor aquí en VIDUSA.

Mientras los escuchábamos, mi mente regresó hacia unos años atrás y me trajo de vuelta muchos recuerdos y emociones.

Y así como este joven que luchó y está luchando por tener una mejor vida. (Estoy seguro que haciendo grandes esfuerzos). Hoy veo con mucho orgullo a compañeros arquitectos, contadores, ingenieros, que un día también tomaron la decisión de superarse. Y que también un día se acercaron con nerviosismo a pedir una oportunidad que les fue otorgada. Bueno, después de esas pequeñas y cursis historias, platiquemos un poco sobre algunos datos. En VIDUSA históricamente se ha manejado con muy poca rotación de colaboradores en todos los niveles. Desde personal administrativo, supervisores de obra, destajistas, contratistas etc.

El ir a las posadas que la empresa organiza para su personal, y encontrarte tantas caras conocidas de muchos años atrás, acercarte a ellos, saludarlos y darte cuenta que también ellos aún te recuerdan, es una sensación muy satisfactoria.

Verlos con sus familias, verlos como se divierten, y verlos como por unas horas se olvidan de problemas, de necesidades, y de lo cansado que es su trabajo, son cosas que se quedan en la memoria por siempre.

Los que han tenido la oportunidad de visitar nuestras obras, podrán darse cuenta de que mucha de nuestra fuerza de trabajo está compuesta por familias enteras; padres, hijos, hermanos, sobrinos trabajando lado a lado y poniendo todo su empeño para lograr que VIDUSA sea cada vez mejor. No hay que olvidar que esas personas de manos duras, callosas y lastimadas, son parte fundamental en esta historia.

Pero también en VIDUSA se gestan otro tipo de historias en donde dos personas un día se ponen de acuerdo para comer juntos, y hacen de esta convivencia una agradable rutina. Y de pronto, en una de esas, se cruzan sus miradas, y para cuando menos se los esperan, y hasta con la persona menos pensada, se abre la puerta que lleva al amor. Solo quisiera concluir estos pequeños retazos, dándoles su respectivo valor a quienes se lo merecen. Y ellos son aquellos que nos van guiando a través de todo este proceso para hacer de VIDUSA una de las empresas más importantes en el ramo de la construcción.

Siempre uso el término “Directores de puertas abiertas” cuando me refiero a nuestros líderes. Y esa expresión es tanto de manera literal como figurativa, ya que para ellos es tan importante dirigirnos, como importante es también atender y escucharnos a cada uno de nosotros. Y siempre encuentran un tiempo y disposición para hacerlo. Nosotros, como parte de esta empresa, apreciamos que contamos con una Dirección y liderazgo que nos da la seguridad de que en este océano de competencia estamos navegando en un barco sólido, fuerte, incluyente y con los mejores capitanes al timón.

Una Dirección que tiene bien claro lo que quiere lograr, que sabe exigir, que es estricto,
pero que al mismo tiempo sabe apreciar y valorar el aporte de cada uno de nosotros. Y
en mi caso, y creo que en el de muchos otros más, cuando hemos pasado por situaciones
complicadas, siempre encontramos en VIDUSA la mano que nos ayuda a salir adelante.

¡Y ESTO AMIGOS, ESTO ES VIDUSA!

Arq. Edgar Cruz Tienda

Por: Jóser Castañeda con información de Cinthia Carranza, Daniela Quintanilla y Ma. Rosario Martínez.

Parte importante de la vida de cualquier madre, es poder encontrar el balance correcto entre la
vida laboral y la vida familiar. Nuestras madres trabajadoras forman parte de dos familias: la nuestra, y la suya, y hoy queremos platicar un poco sobre cómo ellas logran alcanzar la felicidad al ser personas plenas en cada una de estas áreas.

Cinthia Carranza, Daniela Quintanilla y Ma. Rosario Martínez tienen varios años de ser piezas importantes en nuestra empresa, y varios años de haberse convertido en mamás.
Las tres coinciden en que parte importante de su éxito como trabajadoras y madres, ha sido
poder disfrutar al máximo el tiempo en cada una. Las tres comentan que ser trabajadoras
de VIDUSA les ha permitido desarrollarse al máximo y disfrutar del trabajo que les ayuda a sostener a sus familias. Cada una tiene actividades diferentes que disfruta al pasar tiempo con sus hijos; andar en bicicleta, salir a la naturaleza, ver películas o jugar juegos de mesa. Por otro lado, las tres involucran a sus hijos en el día a día de sus empleos para que formen parte de ello, y de esa forma tener algo más que compartir entre los dos.

Es muy bonito ver cómo este balance llena de plenitud a mujeres como estas tres colaboradoras de VIDUSA. Disfrutamos que hayan encontrado en nosotros, un lugar para ser útiles en su sociedad, un lugar para apoyar a sus familias, y esperamos tenerlas con nosotros por mucho tiempo

Por: Juliana Saucedo

El ambiente laboral es uno de los elementos más importantes para el buen funcionamiento y crecimiento de una organización. Un ambiente de trabajo positivo contribuye a una mayor productividad y compromiso de los colaboradores.

Desde el punto de vista del empleado, el clima laboral es el conjunto de condiciones que contribuye a lograr la satisfacción en el lugar trabajo. Existe una suma de elementos que influyen en la productividad y en el buen desempeño de cada individuo.

Uno de los objetivos como empresa es mantener un equipo de trabajo motivado a través del reconocimiento y valoración, con la intención de alcanzar los mejores resultados.
Fomentamos las Experiencias VIDUSA que son un factor clave para la organización, pues son parte de una estrategia centrada en estimular los sentidos y las emociones de los usuarios al momento de participar, estas con la intención de crear en ellos una experiencia única generando una armonía laboral.

Ponerlas en práctica hace que sea una buena oportunidad para desarrollar en cada colaborador su potencial al máximo en diferentes aspectos, además de aumentar su lealtad con la empresa, principalmente en sus actividades o responsabilidades laborales, pues ese tipo de acciones desencadenan estímulos que hacen que un recuerdo sea positivo y establece una relación fuerte en la mente.

Estas experiencias se han ido trabajando año tras año, gracias a eso hemos logrado muchas sonrisas y un cambio en el ambiente laboral, ya que todas ellas se adecuan a los valores y la filosofía de marca de la empresa.
Tenemos como objetivo impactar y establecer una relación que se traduzca en fidelidad, hacerle sentir algo único al colaborador para que éste desee repetir la experiencia.

Por: Alan Ramírez

El 2020 ha sido un año muy diferente a lo que habíamos vivido. Quién iba a pensar que nos tocaría vivir una pandemia, algo que sólo habíamos visto como un dato en los libros de historia. Pero así sucedió y al no estar preparados como sociedad nos enfrentamos a grandes problemáticas y desafíos para sobrellevarla.

En el área laboral el reto principal ha sido el cuidar la salud de cada uno de los colaboradores, pero para llevar a cabo esto ha sido necesario no sólo lidiar con el virus, si no con la mentalidad de muchas personas que se oponían a aceptar lo que está pasando. En el caso en especial de esta empresa un gran porcentaje del capital humano cuenta con un nivel de estudios bajo o una cultura que no les permitía reconocer el riesgo en el que estamos viviendo.

Al inicio de la contingencia, lo que más abundaba entre los empleados era el miedo, pero no sólo por la enfermedad, también por la incertidumbre de lo que pasaría si se llegaran a detener las actividades laborales y lo que sucedería con su economía familiar. 

Fue así que con el pasó de algunas semanas en el mes de abril se llegó al punto en el que Gobierno del Estado declaró la contingencia sanitaria, en dónde las medidas aplicadas fueron los ya conocidos protocolos de sanitización y el “mandar a casa” a los colaboradores. En nuestro caso iniciar con el Home Office al personal administrativo y detener casi en su totalidad a los empleados de obra. Dando inicio a otros retos, el dar algo de sustento económico al personal que no podía trabajar desde sus hogares, otorgando apoyo monetario y algunos siendo beneficiados con despensas. 

El Home Office puede tener sus ventajas y desventajas, claramente el principal atributo es el mantener con salud al personal desde su casa, pero tal vez no todos cuentan con la accesibilidad o comodidad para llevar a cabo sus labores como lo hacen en el área de trabajo. 

Al momento de regresar a “La nueva normalidad” las medidas han sido estrictas en cuanto a uso de cubrebocas, gel sanitizante, lavado de manos, toma de temperatura, etc. Esto generó conflicto o desagrado, pero no es opcional. Sin embargo, fue aquí donde se tuvo que lidiar con la mentalidad de cada una de las personas que forman parte de la empresa.

Todos trabajamos por razones monetarias y este fue el motivante para muchos, a pesar de saber que podía ser algo riesgoso el volver a las áreas de trabajo, en algunos casos el o la líder de familia tenían que dejar de lado el miedo, hacerlo por necesidad, simplemente cuidarse y cuidar a los que los rodean. 

La información mediática ha sido un arma de dos filos, ya que ha servido mucho para dar información correcta y a tiempo, pero también para desinformar. A pesar de recibir datos reales por medio de las asociaciones gubernamentales mediante las conferencias de prensa, al parecer la mayor parte de la población cree más lo que ve en redes sociales. Lamentablemente las Fake News, tuvieron mayor alcance, provocando división de opiniones, muchas de ellas erróneas como lo fueron el creer que todo ha sido estrategia del gobierno, pensar que el termómetro infrarrojo dañaría su cerebro, que las instituciones de salud “están matando” a la gente, etc. 

Estas barreras mentales fueron una de las problemáticas más fuertes, algo que para solucionarla el departamento de Desarrollo Humano tuvo la gran labor de concientizar al personal, además de que con el paso de las semanas los contagiados dejaban de ser números y se convertían en familiares, amigos o conocidos. 

Lamentablemente este virus sigue activo, pero gracias al trabajo en equipo como sociedad, como empresa y los cuidados de cada uno se han ido superando los obstáculos. Se ha logrado mantener la salud de la mayoría y adaptándonos cada vez a esta Nueva Normalidad, dónde los cuidados, normas higiénicas y distanciamiento social son parte de la vida diaria. No bajes la guardia. 

Por: Eric Pantoja

Todos festejamos de alguna manera nuestro cumpleaños. Algunos lo hacemos de una manera muy sobria, otros tal vez de una manera más desenfrenada, pero todos inminentemente celebramos el reto de haber concluido un año más de vida. Bien decía Forrest Gump, “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”. Y es que si analizamos la situación desde esta perspectiva, la vida es todo un reto que implica ciertos obstáculos. Es por eso que una vuelta al sol es, sin lugar a dudas, motivo de celebración de alguna forma u otra.

Este año hemos tenido que adaptar nuestra manera de festejar. En la mayoría de los casos festejamos únicamente con la familia y con la pareja. Obviamente, también hay algunos incautos que celebran con grupos numerosos de personas y sin tomar las medidas de higiene correspondientes, pero en general hemos sido testigos de cómo la mayoría de la gente ha tenido que festejar con un mínimo de contacto, evitando los abrazos y los besos.

Este modo de festejo nos ha dejado lecciones importantes. La más esencial es el regreso a lo básico, a lo fundamental, que vendría siendo el celebrar con las personas que de verdad nos aman, sin tantos distractores y sin tanta producción. En estos nuevos festejos recordamos las anécdotas de nuestra niñez, nuestros logros y nuestras aventuras, pero también recordamos las festividades pasadas, siempre con un dejo de nostalgia. Una pequeña pizca de dolor incómodo al recordar lo que fue y que este año no será, y que muy probablemente no vuelva a ser.

Es por eso que el 2020 tiene una singularidad: un poco de melancolía, pero sobre todo una enérgica fortaleza. Este año nos obligó como nunca antes a replantear muchas de nuestras metas, objetivos y sobre todo nuestro estilo de vida. Nos vimos en una situación única como nunca antes la habíamos vivido. A muchos de nosotros nos forzó a permanecer encerrados en nuestras casas y a convivir con nuestras parejas. Dicho sea de paso, he escuchado a muchos de mis amigos decir, “es como si no nos conociéramos”, refiriéndose a su esposo o esposa con la que conviven diariamente dentro de este escenario pandémico. Que no duela reconocer que esto es real, que debido a lo vertiginoso de la vida cotidiana convivimos meramente lo necesario con nuestra pareja, con el amor de nuestra vida, llegando en ocasiones a ser un par de desconocidos que lo único que los une es la costumbre.

Estas dos características: permanecer encerrados y convivir forzosamente con alguien, nos brindaron la oportunidad de reencontrarnos con las personas que amamos, de forjar nuevas alianzas y de reconocer lo bueno del otro. Esto también es para celebrarse y con el doble de alegría e intensidad. Reconocernos en el otro como parte nuestra, que sus problemas son los mismos que los nuestros y que sus pasiones son igual de intensas que nuestros deseos, que sus problemas son ocasionados en parte por nosotros, pero que inminentemente estamos con la mejor persona que pudimos escoger. Y es que el amor es más que escenas románticas y felicidad eterna. Es la recopilación precisamente de pequeños momentos que al final nos harán sonreír y festejar que tenemos un nuevo día delante de nosotros con nuevas oportunidades y retos.