Aventura y adrenalina

Por Alejandra Bendeck con información de Víctor Prieto

Víctor Prieto, Director Comercial en VIDUSA, disfrutaba mucho de andar en bicicleta cuando era niño. De hecho, inició a pedalear cuando tenía 5 años. Sin embargo, tomó este deporte en serio en el 2010 cuando comenzó a practicar ciclismo de montaña. “Un amigo me ‘vendió’ su bicicleta viejita de montaña en $1,000 pesos y me invitó a las primeras rodadas”, comentó Víctor.

Al principio fue difícil porque el deporte requiere de dos cosas: condición física y técnica. Sin embargo, Víctor fue constante y disciplinado para lograr estos requisitos. Ahora bien, el ciclismo de montaña reúne varias cosas que le apasionan a Víctor. “Una es hacer ejercicio y estar en forma, también se tiene una gran experiencia al conocer nuevos lugares, climas diferentes y sobre todo paisajes naturales increíbles”, comentó Víctor. De igual manera, Víctor se interesó por este deporte extremo precisamente por la adrenalina que experimenta cada vez que baja por la montaña o vereda y siente cómo la bicicleta lo reta en cada rodada.

Este deporte extremo le ha brindado un sinfín de aprendizajes a Víctor, quien nos comentó que el que más se destaca es “el ser disciplinado, ya que tienes que entrenar, levantarte temprano, dormir y comer bien para disfrutar las rodadas”. De igual manera, Víctor comentó que otro valioso aprendizaje fue tener objetivos claros y alcanzables. De hecho, en este tiempo aprendió a planear sus rodadas y establecer estrategias. Esto es básico para llegar al destino o meta estipulada, pero sobre todo para disfrutar del camino y los senderos. “A veces tocan cuestas difíciles y cansadas, pero luego vienen las recompensas en las bajadas”, explicó Víctor, quien entiende perfectamente los retos y gratificaciones de este deporte.

Sin duda, un deporte extremo lleno de aventura y adrenalina, pero también con ciertos riesgos. Saber administrar tu energía, tiempo y recursos para terminar una ruta, así como estar enfocado en el camino son cosas claves para no tener accidentes en bajadas de hasta 55 km/hr. “Como todos los deportes, tiene ciertos riesgos que uno debe cuidar con equipo mínimo de seguridad, una buena bicicleta y sobre todo estando muy enfocado en el camino”, explicó Víctor.

Una de las principales motivaciones de Víctor para practicar ciclismo de montaña es que le gusta mucho rodar en senderos. De igual manera, le gusta competir consigo mismo para así mejorar tiempos y romper paradigmas. “Me ayuda a sacar el estrés del día a día y despejar mi mente, conocer nuevos lugares, nuevas pistas y nuevos paisajes”, dijo Víctor, quien se prepara mentalmente enfocados siempre en su energía, fuerza y velocidad.

Sin duda, un deporte que requiere de mucha disciplina y pasión, mismas que Víctor Prieto demuestra a la perfección.