Por Jóser Castañeda con información de Esperanza Gómez, Ivonne Beltrán. 

En octubre, VIDUSA se pinta de rosa en honor a la lucha por la detección del cáncer de mama. Organizamos una colecta durante todo el mes donde todos tuvieron la oportunidad de participar.

Este año, participamos al 100% con la Cruz Rosa, primer albergue en el norte del país que existe gracias a Gabriela Navarro Vázquez, nuestra fundadora y sobreviviente de cáncer de mama. Junto con Eduardo Vázquez Arroyo, su esposo, inauguró en 2004 el primer albergue en NL exclusivo para mujeres.

Ella pasó por un proceso de cáncer de mama y quiso que todas las mujeres que padecieran de esto, no caminaran solas. Durante su búsqueda inicial cuando fue diagnosticada, acudió al Hospital Universitario donde acompañó a pacientes, dándoles información sobre quimioterapias, les llevaba música, etc. Se dio cuenta de que varias pacientes no eran de la localidad y se quedaban afuera del hospital, pues no contaban con los recursos para hospedarse en un hotel. No pudo encontrar ningún lugar ni organización que apoyara a estas personas.

Así, nace la Cruz Rosa en 2004 con la misión de poner en práctica el amor a los demás, comprometidos con Dios y con México.

Ahí reciben apoyo las mujeres diagnosticadas con cáncer y que son de escasos recursos. Obtienen hospedaje, alimentación sana y balanceada, atención psicológica, asesoría médica y nutricional, enfermería nocturna, apoyos en medicamentos, tratamientos o estudios radiológicos y transportación a hospitales. Se cuentan con módulos de atención en hospitales oncológicos para brindar atención inmediata a pacientes, familiares y cuidadores. Contamos con una campaña permanente para crear consciencia y responsabilidad sobre la detección oportuna a través de conferencias, stands y campañas educativas. Esto ayuda a que en caso de ser diagnosticada, una mujer pueda recibir un tratamiento menos invasivo tanto físico como mentalmente, beneficiando en la medida de lo posible al manejo de esta difícil situación. 

Hasta la fecha, hemos beneficiado a más de 390,000 personas a través de más de 550,000 servicios. Wendy, pacientita de sólo 21 años de edad, ya había tenido que pasar por varias cirugías y tratamientos por un cáncer de ovarios que desarrolló a los cortos 19 años. Ella tiene una sonrisa muy hermosa siempre en el rostro y camina del lado de su madre, una enfermera. Debido a su condición, nunca había podido tener una mascota por cuestiones y recomendaciones médicas; pero decidimos sorprenderla con un perro rosa de peluche, iluminando su rostro de inmediato. Wendy terminó su tratamiento y regresó a su hogar después de estar hospedada en Cruz Rosa por varias semanas. Este tipo de satisfacciones son las que quedan marcadas en el corazón.

A futuro queremos contar con una remodelación completa de nuestro edificio adquirido, integrando así todos nuestros servicios operativos y administrativos en Cruz Rosa.