Por: Jóser Castañeda con información de Sidney Alejos.

Este programa busca que nuestros colaboradores compartan sus talentos con su comunidad VIDUSA y cubren un amplio espectro de disciplinas artísticas. En este caso, Sidney nos platica de sus habilidades y su historia.

Hace poco menos de un año decidí experimentar con contenido audiovisual en diferentes plataformas para comunicar mensajes positivos y reflexiones. Esto se remonta 20 años atrás, cuando comencé a trabajar en un área comercial y escuché mucho sobre temas de superación personal y cómo cada persona es responsable de alcanzar sus sueños y metas, convenciéndome de que esto es una gran verdad.

Entré de lleno a un equipo de consultores, específicamente en el área de preparación de equipos de ventas, capacitándome ampliamente en el desarrollo de habilidades técnicas para la venta, como sus complementos en habilidades humanas. Esta combinación resultó en una pasión muy grande para mí, al ayudar a los demás a aprovechar su talento para alcanzar sus objetivos.

La situación de la crisis sanitaria y los diálogos que tuve con un buen compañero, me hicieron reflexionar sobre la enorme necesidad que la sociedad tiene de recibir mensajes positivos que aporten valor a la gente. A medida que crecían las estadísticas de contagios y ansiedad provocada por desempleo y miedo, me di cuenta de que la incertidumbre emocional era una consecuencia real de la pandemia. Me puse a pensar, “si realmente tengo esta habilidad de comunicar mensajes alentadores a las personas, debería producir contenido y subirlo a las redes sociales para impactar a más personas.” No tenía claro qué tema o temas iba a tratar, pero subí un video en mi página personal de Facebook sin imaginarme la respuesta que iba a tener. Tuve reacciones y shares en cantidades desconcertantes, pero sobre todo al leer los comentarios y lo que provoqué en las personas con mi mensaje, decidí que debía seguir haciéndolo.

A raíz de eso me solicitaron crear una página pública, cuenta de Instagram y hoy ya tengo mi propio canal de YouTube que me ha ayudado a llegar con mi mensaje a más personas. Además de ayudar a los demás, considero este proceso muy catártico y terapéutico para mí. Compartir con los demás mis enseñanzas me fortalecen el espíritu y me ayuda a llegar a respuestas e ideas que me benefician a mí misma. Profesionalmente he podido incursionar en el ámbito de las conferencias grupales y creo que poco a poco me he ido abriendo campo a través de mi contenido.

Este viaje me ha permitido agradecer a Dios por tener la oportunidad de servir a los demás. Cada semana cuando subo un nuevo video, recibo llamadas o mensajes de personas con agradecimientos y respuestas positivas como “justo esto es lo que necesitaba escuchar” y eso para mí, vale mucho. Tuve un caso con un amigo de hace muchos años que estaba en una depresión muy fuerte a raíz de la quiebra de su negocio, causa de la pandemia. Al hablar con él entendí la gravedad del asunto y pude enterarme posteriormente que uno de mis videos le ayudó a ver las cosas desde otro punto de vista. Me causa mucha satisfacción ser parte de los planes de Dios para ayudar a los demás. Desde el inicio tenía el miedo de no llevar a cabo este proyecto por la crítica que lo acompaña o por aparentar ser el centro de atención, cuando mi única intención realmente es servir a los demás. Entendí que es más importante ayudar a otros a pesar de los juicios de la gente, y hoy estoy convencido de que ha valido la pena.