Por: Jóser Castañeda con información de Orlando Gallardo.

Decidí tomar la guitarra hace un par de años, inspirado por un buen amigo que toca muy bien el instrumento y decidió ayudarme, al inicio lo vi muy técnico y aburrido; preferí comenzar aprendiendo una canción que me gustaba sin entrar en tanto detalle.

Esto me dio completamente el impulso que necesitaba, pues ahora el aprendizaje se había vuelto divertido y podía interpretar una canción completa, que era lo que buscaba realmente.

Lo interesante fue que conforme iba siendo capaz de tocar más canciones, poco a poco se me fue pegando la parte teórica y técnica sin darme cuenta; al grado que hoy puedo leer tablaturas y acordes de internet para poder tocar la canción que a mí me guste.

Pude identificar que el hecho de no rendirte y de buscar alternativas para alcanzar tus metas es indispensable tanto en la vida personal como en la profesional.