Por: Edgar Cruz Tienda

Cuando me llegó un correo invitándome a participar en la revista de VIDUSA, quise aprovechar la oportunidad de escribir unas líneas tratando de mostrar un poco lo que es mi visión de la empresa.

Podría escribir todo un relato con tantas y tantas experiencias y anécdotas que he tenido la fortuna de vivir a través de todos estos años. De amistades que han madurado con el tiempo, de compañeros siempre dispuestos, de crecimiento personal y profesional. En fin, sería tanto que nos faltaría tiempo, espacio y un buen café.

A falta del café y respetando la sana distancia, vamos a imaginarnos como si estuviéramos lado a lado haciendo una carnita asada. Y claro, no pueden faltar en nuestra imaginación unas respectivas cervecitas bien heladas mientras platicamos como solo los regios sabemos hacerlo.

Cuando he tenido la oportunidad de platicar sobre lo que es VIDUSA, y el porqué de tantos años siendo parte de esta gran familia, me gusta empezar hablando de sueños.

Como el sueño aquel que tuvo un día un joven, en el que estando trabajando como auxiliar de almacén en el fraccionamiento Residencial San Nicolás, miró en dirección a donde estaba el área asignada para los arquitectos e ingenieros.

Y mientras veía cómo realizaban sus actividades, estando él sentado sobre una lata de pintura, apoyado sobre un muro, soñaba despierto que un día estaría del otro lado de la pared. Y se miraba a sí mismo, revisando al igual que ellos en ese momento, planos, programas de obra y planeando los trabajos del día siguiente.

No tuvo que ir muy lejos para materializar ese sueño, pues encontró en VIDUSA el apoyo, el empuje y la inspiración para lograrlo. Al poco tiempo de ese día, empezó este camino que hoy me trajo hasta este momento en el que estoy escribiendo estas humildes líneas. Y hoy, varios años después, me sigue llenando de satisfacción cada vez que me entero de que alguien al igual que yo, encontró en la empresa el soporte para crecer profesionalmente.

Hace poco fui a visitar el Fraccionamiento de Linces y estando en compañía del superintendente de esta obra, vimos como poco a poco se nos acercaba un joven con semblante nervioso, de ropas humildes, sucias, y con el evidente desgaste por el trabajo arduo del día a día.

Se quedó a unos pasos de nosotros solo observándonos, hasta que tomó valor para dirigirse hacia donde estábamos. Y con una voz un poco temblorosa, nos preguntó quien podría ayudarle, ya que acababa de terminar sus estudios profesionales de arquitectura y quería una oportunidad de trabajo como supervisor aquí en VIDUSA.

Mientras los escuchábamos, mi mente regresó hacia unos años atrás y me trajo de vuelta muchos recuerdos y emociones.

Y así como este joven que luchó y está luchando por tener una mejor vida. (Estoy seguro que haciendo grandes esfuerzos). Hoy veo con mucho orgullo a compañeros arquitectos, contadores, ingenieros, que un día también tomaron la decisión de superarse. Y que también un día se acercaron con nerviosismo a pedir una oportunidad que les fue otorgada. Bueno, después de esas pequeñas y cursis historias, platiquemos un poco sobre algunos datos. En VIDUSA históricamente se ha manejado con muy poca rotación de colaboradores en todos los niveles. Desde personal administrativo, supervisores de obra, destajistas, contratistas etc.

El ir a las posadas que la empresa organiza para su personal, y encontrarte tantas caras conocidas de muchos años atrás, acercarte a ellos, saludarlos y darte cuenta que también ellos aún te recuerdan, es una sensación muy satisfactoria.

Verlos con sus familias, verlos como se divierten, y verlos como por unas horas se olvidan de problemas, de necesidades, y de lo cansado que es su trabajo, son cosas que se quedan en la memoria por siempre.

Los que han tenido la oportunidad de visitar nuestras obras, podrán darse cuenta de que mucha de nuestra fuerza de trabajo está compuesta por familias enteras; padres, hijos, hermanos, sobrinos trabajando lado a lado y poniendo todo su empeño para lograr que VIDUSA sea cada vez mejor. No hay que olvidar que esas personas de manos duras, callosas y lastimadas, son parte fundamental en esta historia.

Pero también en VIDUSA se gestan otro tipo de historias en donde dos personas un día se ponen de acuerdo para comer juntos, y hacen de esta convivencia una agradable rutina. Y de pronto, en una de esas, se cruzan sus miradas, y para cuando menos se los esperan, y hasta con la persona menos pensada, se abre la puerta que lleva al amor. Solo quisiera concluir estos pequeños retazos, dándoles su respectivo valor a quienes se lo merecen. Y ellos son aquellos que nos van guiando a través de todo este proceso para hacer de VIDUSA una de las empresas más importantes en el ramo de la construcción.

Siempre uso el término “Directores de puertas abiertas” cuando me refiero a nuestros líderes. Y esa expresión es tanto de manera literal como figurativa, ya que para ellos es tan importante dirigirnos, como importante es también atender y escucharnos a cada uno de nosotros. Y siempre encuentran un tiempo y disposición para hacerlo. Nosotros, como parte de esta empresa, apreciamos que contamos con una Dirección y liderazgo que nos da la seguridad de que en este océano de competencia estamos navegando en un barco sólido, fuerte, incluyente y con los mejores capitanes al timón.

Una Dirección que tiene bien claro lo que quiere lograr, que sabe exigir, que es estricto,
pero que al mismo tiempo sabe apreciar y valorar el aporte de cada uno de nosotros. Y
en mi caso, y creo que en el de muchos otros más, cuando hemos pasado por situaciones
complicadas, siempre encontramos en VIDUSA la mano que nos ayuda a salir adelante.

¡Y ESTO AMIGOS, ESTO ES VIDUSA!

Arq. Edgar Cruz Tienda